Tras una noche muy tranquila, no es broma; el día amaneció espléndido.
Tras desayunar nos pusimos en marcha, camino de Saldaña, hoy tocaba pasear por sus animadas calles y visitar el Museo de La Olmeda. Primero visita al museo, donde conocimos un montón de cosas interesantes relacionadas con la historia de la villa.
Luego a callejear por el mercadillo que todos los martes hay en Saldaña. ¡Toda una experiencia! Tras los primeros escarceos y negociaciones todos compramos algo, pero sobre todo comprendimos algunos conceptos que hasta ahora nos resultaban ajenos:
- Despilfarrar.
- Economía sostenible.
- Planificación.
¡Crisis! (es el estado de algunos de nosotros tras esta visita).
Tras la caminata de regreso comida (lentejas, albóndigas y natillas), y en este momento disfrutamos de un rato libre esperando que comiencen las actividades de la tarde: rocódromo y pista de rastreo.
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